domingo, 3 de febrero de 2013

PAGANDO POR SEXO

Veo en un lugar de internet un comentario que dice: "Hombres de verdad no compran mujeres. El que paga por sexo financia la esclavitud de mujeres y niñas".
Posiblemente ya se ha comentado aquí sobre el tema, pero hay que hacerlo de nuevo.
Para no hablar idioteces como éstas hay que comenzar por pensar un poco. El que no piensa es quien dice estas estupideces que no tienen el más mínimo sentido.
Lo primero es saber que la sexualidad, como se ha dicho muchas veces, es una función fisiológica como cualquier otra y por lo tanto, cada quien tiene sus necesidades diferentes de ejercer la sexualidad. Hay que saber que cada quién tiene que ejercer su sexualidad como le dé la gana, siempre y cuando no se obligue o dañe a nadie.
Bien es cierto que hombres de verdad no compran mujeres, ni mujeres ni hombres, pues esto es, por supuesto, esclavitud, la cual fue abolida hace muchos años.
Otra cosa muy distinta es pagar por tener sexo, por esto no se es ni más ni menos hombre. Simplemente hay hombres que por el motivo que sea no tienen la posibilidad de tener sexo sin pagar y ante la necesidad de tenerlo pagan, lo mismo que hay mujeres que pagan a hombres para que las hagan sexo y a nadie se le ocurre decir que financian la esclavitud de hombres y niños.
A lo que aquí se refiere como esclavitud, es a la trata de blancas y esto es un secuestro, ademas de explotación y de forzar a una persona a hacer lo que no quiere y por lo tanto se debe castigar con todo el peso de la ley, pero nada tiene que ver con que una mujer y un hombre se pongan de acuerdo en tener sexo por un pago, esto es o debe ser, totlmente legítimo.
Si el sexo no estaría tan satanizado, posiblemente nadie o muy pocos, pagarían por tenerlo. Pues se podria pedir a cualquiera sin miedo a ser castigado, que es lo que sucede con esta idiotez de satanizarlo.
Es asombroso ver como en Estados Unidos por ejemplo, se venden armas para que cualquier pendejo mate a quien le da la gana y no pasa nada, sin embargo, si un político o el presidente tienen un amorío fuera del matrimonio, se arma un gran escándalo.
Cuando entenderemos que además de ser natural, el sexo es lo más maravilloso que puede existir y tan es así, que de relaciones sexuales venimos todos a este mundo.
Dicen por ahí y dicen bien: "Hagamos el amor y no la guerra"