El negocio del sexo al estilo Tupperware nació, según la firma, con el fin de acercar el erotismo y la sensualidad a las mujeres.
Fue un día cuando una mujer se compró una maleta roja y la llenó de artículos sexuales para ir por las casas asesorando sobre este tema a las mujeres. Así nació La Maleta Roja, empresa que se dedica a vender tipo Tupperware los artilúgios sexuales.
Un día, que por lo general son viernes o sábados, un grupo de mujeres se reunen en una casa o departamento y hasta allá llega un representante de la firma quien muestra como se utilizan los diferentes artículos.
Esto quita la vergüenza a las mujeres que por lo general no se atreven a asistir ellas solas a una tienda de éstas.
Ni que decir que ya en confianza, pues todas son amigas y por lo general la representante es una mujer, las damas se sienten en total libertad para platicar sobre el sexo y así comentarán por ejemplo sobre el tamaño del pene que tiene su esposo sin inhibiciones de nigín tipo.
Este sistema que se piensa pronto llegue a México, ha supuesto un gran negocio para la empresa de La Maleta Roja, a la vez que nos muestra que la mujer necesita un sexo libre al igual que el hombre.
Viene ahora mi duda o mi inquietud o cómo quiera llamarse.
Esto de emplear juguetes sexuales, sin duda que está bien, todo es válido, menos el abuso a terceros, para disfrutar del sexo. Hay mujeres que asisten a estas reuniones y compran los diferentes objetos, como son los vibradores, lencería, perfumes, etc. para usarlos con el esposo, pero de igual manera hay muchas que los adquieren para excitarses ellas solas por no tener pareja. Y es aquí en donde veo el fallo, si así se le puede llamar. ¿No es mejor para la mujer sola, el tener una pareja que el emplear estos productos? Me refiero, obviamente, a una pareja sin importar que sea estable o pasajera, pues considero que no hay nada como el tener un cuerpo real junto a uno o una, aunque por supuesto, se pueda añadir más placer con estos juguetes.
Si a la mujer le gusta el sexo como al hombre, llegando al caso de tener que emplear juguetes sexuales, porque no abrirse más al sexo y buscar una pareja, aunque sea provisional, para tener un disfrute total. Con esto quiero decir que la mujer debería buscar igualmente la relación sexual a cómo la busca el hombre, sin tener que esperar que éste dé el primer paso y tenga que hacer toda una labor de conquista, a lo que mucha veces no se atreve por miedo al rechazo.
Bienvenidos estos instrumentos sexuales y que ojalá sirvan en algún grado para traer más libertad sexual.