Gran escándalo se vive en la capital mexicana tras la aprobación de las bodas homosexuales y lo que es más grave para los mojigatos, la posibilidad de adoptar niños.
Entre los primeros en poner el grito en el cielo se encuentra, como es natural, nuestro ya conocido, el despreciable Jorge Serrano Limón, quien aparece en muchas ocasiones con un muñequito en la mano (foto) para simular un aborto.
Para este individuo retrogrado y fascista, el matrimonio entre homoxesuales no puede ser válido, ya que entre ellos no existe el amor verdadero.
Y surge la pregunta ¿Acaso este individuo ha probado con los dos sexos y se ha dado cuenta que no puede amar lo mismo a un hombre que a una mujer? En verdad no se entiende si de plano es idiota o si su fanatismo le tiene el cerebro cerrado por completo.
Voy a aclarar que soy completamente heteroxesual y nada hay en mi opinión más hermoso que las mujeres, que incluso si me resulta raro el que un hombre pueda estar con otro como pareja, algo que no comprendo muy bien, sin embargo, lo tengo por demás claro, que si a un hombre le gusta otro, o a una mujer otra, están en todo su derecho de formar una pareja como a ellos les dé la real gana y que deben ser respetados como se respeta a una pareja heteroxesual. Las preferencias sexuales de cada quien en ningún caso deben ser motivo de agresiones ni desprecios.
También tengo por demás claro, porque así lo demuestran, que cualquier pareja homoxesual y contrario a la opinión de este descerebrado de Serrano Limón, se pueden amar con la misma intensidad que una pareja heteroxesual.
A la voz de este atarantado se unen la de los jerarcas de la iglesia, quienes curiosamente no tienen pareja ni del mismo sexo ni del contrario. Pero... ¿Por qué debe ser legalizado el matrimonio entre homoxesuales?
La situación es por demás clara. Las parejas de homoxesuales deben tener los mismos derechos en todos los ámbitos que las de heteroxesuales. Es grave que si uno se enferma por ejemplo, no le sirva el seguro de su pareja y no pueda ser atendido si no cuenta con seguro propio o lo que es peor, que despu´pes de una vida de vivir juntos, al fallecimiento de uno el otro sea despojado de todo de lo que era de su pareja. Así pues es el matrimonio lo que puede poner fin a todo esto.
Por otro lado está la adopción, lo que más protestas ha generado. Aquí debo confesar que la situación la tengo más confusa.
¿Qué es mejor para un niño, criarse en un colegio huerfano o encontrar el amor de una pareja aunque sea homoxesual? Es lo que hay que pensar y tratar de ponerse en el caso del niño.
En lo personal pienso que no hay nada peor para un niño que criarse sin amor en un orfanato, por lo que tal vez, sea mucho mejor que se crie en un hogar que no necesariamente va a ver a un hombre como la mamá o a una mujer como al papá, si no que simplemente va a vivir una vida con amor y sobre todo con compañía, una compañía muy diferente a la que tiene en un orfanato en donde el amor personal brilla por su ausencia.
Pero claro, todos estos comesantos son incapaces de pensar nada que no sea lo que según ellos quiere Dios, aunque de seguro Dios a los que menos puede querer son a ellos, a los Serrano Limón, cardenal Rivera, Onésimo Cepeda, a la Marianita del PAN capitalino, para la que la palabra no tiene sentido y a toda la tribu de mochos que para desgracia de la humanidad polulan en el mundo.
Bien por la izquierda mexicana en la capital, que es la que ha sacado adelante estas mociones y los que sin tanto darse golpes de pecho, sí ven por el prójimo, como lo señalaba Jesucristo.